El martes que viene se despide del teatro Corrientes con su unipersonal de humor en el que compara el pasado con el presente y saca situaciones desopilantes. Sigue con "La revista de Mar del Plata".
De la mano de su hijo Brian, Sergio Gonal regresó a Mar del Plata como todos los veranos para proponer el unipersonal “Esto me hace acordar”, un espectáculo en el que el humorista también se pone observador y reflexiona sobre los modos de antes y los modos de hoy en todos los terrenos. Pero sin hacer de eso un tango, sin caer en la nostalgia. Desembarcó con su hijo que siempre lo acompaña en la producción, un rol que aprendió de tanto meter las narices en los teatros por los que pasaba su papá. “Pasó por todas las etapas del teatro: fue boletero, tramoyista, sonidista, utilero, volanteó conmigo, conoce cada área y eso está buenísimo, con nadie trabajás más en confianza como con tu familia”, desliza el humorista, que se despide este martes desde el escenario del Corrientes con su propuesta de humor.
Nacido en Mar del Plata, Gonal dice encontrar en esta ciudad una familiaridad que siente en pocos lugares. ¿Hijo prodigo? “No”, contesta, “soy un eterno agradecido, agradezco mucho a la gente de Mar del Plata el apoyo que me da siempre, esta ciudad es como un gran barrio para mí, en cualquier lado que voy siento mucha cotidianeidad”.
“El otro día estaba corriendo por la costa y mi sobrino en su skate y pasaba la gente y me saludaba como si me conociera, algunos se quedaban charlando, eso a mi me encanta -cuenta-. A Mar del Plata le agradezco que haya despertado mi vocación, porque yo crecí acá mirando a todos los artistas y a partir de ahí se despertaron mis ganas de estar arriba de un escenario, mis ganas de estudiar teatro. No sé si eso hubiera sucedido en el caso de estar en otro lado”.
-¿En tu espectáculo qué cosas recordás?
-Estamos haciendo comparaciones… de dónde venimos y cómo estamos hoy, básicamente es eso. En cierto momento me pongo a recordar cómo nos conocíamos y construíamos los vínculos antes, a través de una charla, a través de una mirada, porque los encuentros eran cara a cara y cómo cambió hoy en que la gente se vincula por medio del chat, en primera instancia, o de las diferentes aplicaciones que hay. La tecnología está aplicada a las relaciones de pareja, con programas como el Tinder, el Happen, aplicadas a la amistad, como el Facebook, entonces evocamos de dónde venimos y cómo estamos hoy y en la transición entre una época y otra hay mucho para contar y mucho para divertirse. Es gracioso cuando comparás cómo es hoy y cómo era antes.
-El riesgo de recordar es creer que “todo tiempo pasado fue mejor”. ¿Evitás eso?
-No lo hacemos desde ese punto de vista, lo hacemos desde el punto de vista optimista, que el tiempo va cambiando para mejor, porque hoy la tecnología te permite acercarte a muchísima gente, estando incluso adentro de tu casa. Se te amplió el panorama: estás en tu casa y podés conocer a alguien de España, Alemania o de donde sea. Eso antes no lo podías hacer, era casi imposible. Tratamos de rescatar la parte graciosa, porque en realidad es un espectáculo de humor. No nos ponemos melancólicos ni depresivos, vivimos el presente. Cuando uno mira mucho para atrás eso es depresión y cuando uno mira mucho para adelante eso es ansiedad. Y a veces nos olvidamos de vivir el presente. El espectáculo en realidad habla de eso, de disfrutar un poco lo que tenemos hoy, que está bueno.
-Sabemos que los humoristas detectan situaciones y las amplifican. ¿Cuáles son los temas que te interesan, qué te ocupan como humorista?
-Como humorista a mí me gusta observar lo cotidiano, algo que haga sentirse reflejado al espectador, porque siento que a partir de ahí te voy a poder divertir mejor. Si hablo de cómo el marketing nos modificó la forma de comer en un restaurante, te voy a ubicar en tema enseguida, porque te voy a decir que antes nos servían de postre una ensalada de fruta y hoy ese mismo postre es una sinfonía de frutas. Cuando yo empiezo a hacer las comparaciones entre una cosa y la otra a vos eso te va a divertir porque te vas a sentir adentro de la historia misma, porque lo has vivido. Yo hago hincapié en eso, en la cuestión cotidiana, que es donde la gente se sienta reflejada enseguida. Me gusta activar por ese lado.